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El PERTE de las energías renovables, hidrógeno renovable y almacenamiento prevé reducir la dependencia energética exterior

España - 

El Consejo de Ministros del pasado día 14 de diciembre de 2021 aprobó un tercer PERTE, esta vez relativo a las energías renovables, el hidrógeno renovable y el almacenamiento energético (PERTE ERHA).

Se trata de un proyecto que tiene como finalidad principal desarrollar la tecnología, las capacidades industriales y nuevos modelos de negocio que refuercen la posición de liderazgo del país en el campo de las energías limpias, apuntalando aquellas áreas de la materia en las que España está bien posicionada y reforzando aquellas otras con menor presencia, a fin de reducir la dependencia energética exterior y fijar las bases que permitan lograr una transición energética “designed & made in Spain”.

Para ello, este PERTE establece los siguientes objetivos principales:

  • Consolidar la cadena de valor nacional en transición energética, para dotar al país de autonomía estratégica, permitiéndole dar respuesta a este proceso con capacidades tecnológicas, industriales, de conocimiento y de modelo de negocio propias y de forma integrada con el restante tejido productivo del país.
  • Maximizar las oportunidades de generación de empleo sostenible que otorga el proceso de transición energética, dotándolo de las herramientas necesarias para su máxima puesta en valor.
  • Posicionar al sector empresarial nacional, de manera que pueda anticiparse a los futuros retos, nichos o áreas de competencia, permitiéndole mantener de forma duradera su liderazgo a nivel europeo y global.

Para alcanzar dichos objetivos, se articulan las siguientes actuaciones:

  • 25 medidas transformadoras, articuladas como instrumentos específicos de inversión, que movilizarán más de 3.550 millones de euros de fondos públicos encaminados al desarrollo de tecnología, capacidades industriales, nuevos modelos de negocio y su implantación en el tejido productivo del país.
  • Y ello, abordado desde 5 líneas de inversión, dotadas de la correspondiente inversión pública y centradas en: (i) las energías renovables innovadoras (765 millones de euros); (ii) el almacenamiento, flexibilidad y nuevos modelos de negocio (620 millones de euros); (iii) el hidrógeno renovable (1.555 millones de euros); (iv) la transición justa (30 millones de euros); y (v) el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (588 millones de euros).
  • Creación de un marco de seguimiento denominado Energía NextGen, que permita monitorizar proyectos integrales en transición energética que combinen diferentes instrumentos del Plan Nacional de Recuperación, Transformación y Resiliencia para lograr avances significativos en transición energética respecto de ámbitos sectoriales o económicos concretos.
  • 17 medidas facilitadoras de carácter transversal, distribuidas en los siguientes 4 bloques de actuación, los cuales, con la respectiva dotación de inversión pública, tienen el objetivo de generar un entorno tecnológico y de capacidades humanas propicio: (i) transición energética (2.245 millones de euros); (ii) capacitación, formación profesional y empleo (496 millones de euros); (iii) movilidad con gases renovables (80 millones de euros); y (iv) ámbito tecnológico y digital (541millones de euros).
  • La creación de un sistema de seguimiento, evaluación y puesta en valor de las capacidades, conocimientos y cadena de valor en transición energética, a fin de que permita cuantificar el impacto del PERTE y del sector de transición energética a la economía y al empleo, generándose un sello de calidad asociado a la cadena de valor nacional que permita generar un portfolio de empresas, capacidades y tecnologías de diseño y fabricación españolas a consumidores e inversores a nivel nacional e internacional.

En total, el PERTE ERHA contempla una inversión pública de más de 6.920 millones de euros, que se calcula atraerá una inversión privada cercana a los 9.500 millones, lo que, según las previsiones oficiales, podría llegar a generar una contribución al PIB superior a los 12.300 millones de euros, generando hasta 280.000 puestos de trabajo.

El grueso de la anterior inversión, que se prevé que esté disponible entre los años 2022 y 2023, se asignará a través de convocatorias efectuadas en modalidad de concurrencia competitiva, atendiendo a los siguientes criterios: (i) la innovación; (ii) la replicabilidad y escalabilidad; (iii) la contribución a la transición justa, al reto demográfico y a la cohesión territorial; (iv) la participación de pymes; (v) la generación de empleo, impacto social y de género; y (vi) la eficiencia en la inversión.

Según las previsiones, las primeras convocatorias vinculadas a este PERTE serán aquellas cuyas órdenes de bases han superado ya la fase de información pública, esto es, las relativas a (i) el impulso a la cadena de valor del hidrógeno renovable, (ii) los proyectos pioneros de hidrógeno renovable, (iii) los proyectos de I+D+i en almacenamiento energético y (iv) los proyectos piloto para comunidades energéticas.