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Directiva sobre presentación de la información sobre sostenibilidad y los estándares de reporte: ¿están las empresas y verificadores preparados?

España - 

Analizamos los retos y oportunidades que conlleva para las empresas y los verificadores la nueva normativa de reporte en materia de sostenibilidad

La Directiva sobre presentación de la información sobre sostenibilidad, de 14 de diciembre de 2022 (cuya transposición a España se encuentra ya en trámite un anteproyecto de ley), conocida por su acrónimo CSRD, va a suponer un cambio sustancial en las obligaciones de reporte en materia de sostenibilidad que deberán facilitar un gran número de empresa en Europa, tanto en cuanto al contenido como con respecto a la forma de reportarla y verificarla. Además, supondrá una oportunidad para las empresas para mostrar su desempeño ESG, determinar su estrategia en sostenibilidad y ordenar las actuaciones a realizar.

Analizar los desafíos y oportunidades que genera esta Directiva fue el objetivo de una nueva edición de Los Diálogos de Garrigues Sostenible, titulada ¿A qué se enfrentan las empresas con la Directiva sobre presentación de la información sobre sostenibilidad? El encuentro, moderado por Marta Guerrero, asociada principal del Departamento Administrativo y Constitucional de Garrigues, contó con otros dos expertos en la materia: María Dolores Urrea, subdirectora general de Normalización y Técnica Contable del Instituto de Contabilidad de Auditoría de Cuentas (ICAC), y Luis Cabrera, director de ESG de G-advisory, la filial de consultoría estratégica en Energía y ESG del grupo Garrigues.

Tras hacer Marta Guerrero un breve repaso sobre los antecedentes de la Directiva CSRD, María Dolores Urrea comentó el papel del ICAC como partícipe en los trabajos de negociación de la Directiva CSRD y como miembro del consejo de información financiera, del consejo de información de sostenibilidad y del consejo administrativo del EFRAG. Asimismo, destacó que interviene en el comité de regulación contable de la Comisión Europea y recordó que la Unión Europea ha asumido el papel de liderazgo a nivel mundial en materia de información sobre sostenibilidad, poniendo en pie de igualdad la información financiera y de sostenibilidad.

¿Qué novedades supone esta nueva normativa para las empresas?

María Dolores Urrea apuntó que la Directiva CSRD ahonda mucho más en las obligaciones en materia de reporte que ya se habían impuesto a través de la Ley 11/2018, aunque recordó que en tanto que esta norma ya había establecido obligaciones adicionales a las que se preveían en la Directiva de 2014, las empresas españolas están mucho más avanzadas que las empresas de otros países de la Unión Europea.

Por su parte, Luis Cabrera insistió en que hay un avance importante en el contenido y en la estandarización de la información a reportar. Esto va a suponer que las empresas van a poder valorar cuál es su situación. Los estándares son extensos y exigentes y con una componente técnica elevada. Por lo tanto, las empresas tienen que prepararse ya para poder entender la información que tienen que reportar y poder recopilarla a tiempo.

El desafío vs. oportunidad del análisis de la doble materialidad

Luis Cabrera señaló que es muy relevante el concepto de doble materialidad, que va a determinar sobre qué estándares van a tener que reportar las empresas. Las compañías tienen que realizar este análisis de riesgo de acuerdo con los dos primeros estándares generales. En ese análisis las empresas pueden, sin duda alguna, identificar las oportunidades y los riesgos que esta transición puede generar.

¿Qué es lo que preocupa a las empresas?

Luis Cabrera, valiéndose de su experiencia con los clientes a los que está acompañando en esta materia, se centró en el análisis que hay que realizar como fase inicial. Este análisis consiste en valorar en qué estadio se encuentra la empresa en este momento, en concreto, qué nivel de información está reportando en comparación con lo que estará obligada a reportar a partir de ahora. Este ejercicio es intenso, requiere preparación de procedimientos internos, de la involucración de toda la compañía y, por otra parte, requiere conocimientos técnicos e involucración de los grupos de interés.

María Dolores Urrea identificó el análisis de la doble materialidad y la involucración de la cadena de valor como elementos que generan muchas dudas para para las compañías. Asimismo, recordó que el EFRAG está trabajando en los estándares adicionales que deben aprobarse, entre otros, los estándares sobre sostenibilidad para pymes cotizadas y los estándares voluntarios para pymes no cotizadas.

La importancia de la verificación

Marta Guerrero destacó que la ausencia en la Directiva anterior de una obligación de verificación del contenido de la información no financiera reportada fue uno de los motivos de que se considerara poco fiable por el mercado y recordó que, si bien en España sí se fue más allá y exigió dicha verificación por la Ley 11/2018, no se reguló cómo había de llevarse a cabo.

Asimismo, explicó que en el objetivo de equiparar información financiera e información sobre sostenibilidad a medio y largo plazo, la nueva norma impone dicha exigencia de verificación, previendo que pueda llevarse a cabo por el propio auditor legal de cuentas de la entidad, un auditor distinto o un prestador independiente de servicios de verificación, de acuerdo con las normas de verificación que se aprueben por la Comisión Europea. Por último, destacó la equiparación del régimen de verificadores y auditores de cuentas (en materia de requisitos de acceso, independencia, ética, fijación de honorarios, régimen de supervisión por parte del ICAC) y puso de manifiesto la necesidad de que, especialmente aquellos prestadores de servicios de verificación que no sean sociedades de auditoría adopten los procedimientos y sistemas de control interno necesarios para garantizar el cumplimiento de las nuevas obligaciones. uién

A este respecto, Maria Dolores Urrea destacó que los estados miembros deben supervisar los servicios de verificación, de acuerdo con los requisitos de la Unión Europea y que, de acuerdo con la posibilidad prevista en la normativa europea, el ICAC está previendo aprobar una norma específica, que se elaborará a partir de las directrices internacionales (IAASB) en la materia, en tanto que no se aprueben las normas de verificación europeas.

¿Y qué se recomienda a las empresas y verificadores?

Luis Cabrera recomienda a las empresas estar preparadas. Recuerda que esta nueva Directiva obliga a estudiar, dado que los estándares son específicos y técnicos. Todavía hay tiempo, pero todas las empresas tienen que arrancar para entender los estándares, lo que suponen y el alcance de la información que van a tener que reportar.

Maria Dolores Urrea recordó que esto es una oportunidad para organizar sistemas, la estrategia, etc. A nivel regulatorio se ha hecho un esfuerzo muy importante para evitar el doble reporting por parte de las empresas. Recuerda finalmente que también las pymes deben iniciar los trabajos en la materia, debido a las exigencias que van a plantear las grandes compañías para el cumplimiento de sus obligaciones.

En cuanto a la verificación, el cambio va a ser sustancial y todo va a estar regulado, con la finalidad de poner en una situación de igualdad a la auditoría de cuentas y a la verificación de la información de sostenibilidad. Las sociedades de verificación deberán adoptar e implementar los procedimientos necesarios para dar cumplimiento a las nuevas exigencias.