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El pasado 10 de noviembre, la Comisión Europea presentó una propuesta para reducir la contaminación atmosférica procedente de los vehículos a motor nuevos.

Se trata de la norma Euro 7, que sustituye a la normativa Euro 6 y aúna, en un único conjunto de reglas, los límites de emisiones para turismos, furgonetas, autobuses y camiones. Además, establece los mismos límites para cada tipo de vehículo, con independencia de que utilice gasolina, gasóleo, trenes de transmisión eléctricos o combustibles alternativos.

Como aspectos más relevantes de la propuesta destacan los siguientes:

• Se amplía la gama de condiciones de conducción para los ensayos de emisiones en carretera, incluidas temperaturas de hasta 45 °C o trayectos cortos típicos de los desplazamientos pendulares diarios.
• Se endurecen los límites de emisiones contaminantes para camiones y autobuses.
• Se establecen límites de emisiones para contaminantes anteriormente no regulados, como las emisiones de óxido nitroso procedentes de los vehículos pesados.
• Se regulan de forma pionera las emisiones de partículas emanadas de los frenos y las emisiones de microplásticos procedentes de los neumáticos. Sus límites se aplicarán a todos los vehículos, incluidos los eléctricos.
• Se incrementa el período de cumplimiento de los vehículos (por ejemplo, el de turismos y furgonetas se amplía hasta los 200.000 kilómetros y los 10 años de edad).
• Se apoya la implantación del vehículo eléctrico mediante la regulación de la durabilidad de las baterías instaladas en turismos y furgonetas para reducir la necesidad de sustituirlas en una fase temprana.
• Se garantiza que los vehículos no puedan ser manipulados y que las autoridades puedan controlar fácilmente sus emisiones utilizando sensores internos.

El objetivo previsto es que para 2035 la nueva normativa, en comparación con la actual, amplíe la reducción de las emisiones totales de NO_x de turismos y furgonetas en un 35% y las de autobuses y camiones en un 56%. Igualmente, se prevé que las partículas procedentes de los tubos de escape se reduzcan un 13% en turismos y furgonetas y en un 39% en autobuses y camiones, y que las partículas procedentes de los frenos de los turismos se reduzcan un 27%.