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¿Más tributación sobre el capital?

España -   | SUR
Pedro Fernández, socio del departamento Tributario de Garrigues en Málaga.

El nuevo Gobierno de España ha señalado como uno de sus cinco objetivos estratégicos la reducción de la desigualdad. Señalada la distribución del capital como uno de los factores que contribuyen a dicha desigualdad, tanto en su condición de generador de rendimientos dentro de las empresas, como por su traspaso entre generaciones en forma de herencia, se perfila aquella como candidata a ser el foco de un próximo aumento de impuestos. 

El análisis hacendístico sobre la eficacia y oportunidad de una política tributaria en esa línea es amplio y complejo. 

Solo unas líneas a modo de titulares en favor de la moderación: 

1. Se acentúa que los rendimientos del capital tributan al 23% y los del trabajo, en cambio, a casi un 50%. En el conjunto de la economía, el capital siempre procede del trabajo que ya ha sido gravado, con lo que se entiende un tipo menor sobre el rendimiento de aquel.

2. El capital en manos de las empresas está invertido en activos productivos o en tránsito de ponerse en producción; en todo caso, no está a disposición actual de los dueños de las  empresas de modo tal que aumente su capacidad económica, al menos no hasta que sea  distribuido o realizado en procesos de venta.

3. Ese capital es de las empresas, no de los empresarios. Estos tienen generalmente títulos o derechos que lo representan y hasta tanto no los realizan, típicamente mediante venta, realmente no se manifiesta tal riqueza. Conducen así a cierto equívoco los rankings de personas más ricas como indicativo de la creciente desigualdad, pues buena parte de esa riqueza se concentra en participaciones en el capital de empresas. 

Como los beneficios empresariales pagan impuestos, se encuentra fácilmente sentido a que los dividendos tributen a un tipo reducido, de forma que se eviten situaciones de doble imposición o sobreimposición.

4. Y como la riqueza concentrada en empresas controladas por individuos y familias no es fácilmente realizable, por ser medio de trabajo y vida, también se entiende que no se grave su tenencia como patrimonio, ni su transmisión por herencia mientras quede en el ámbito de la familia, siendo merecido el impuesto sólo cuando tal riqueza sea realizada mediante venta fuera del ámbito familiar.

5. Los incentivos tributarios al capital son una herramienta muy eficaz para canalizar recursos financieros a la innovación y el emprendimiento empresarial, actividad por todos aceptada como esencial para el desarrollo de una economía moderna, otro de los objetivos estratégicos del nuevo Gobierno.