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La COP25 sienta las bases para que los países sean más ambiciosos ante la emergencia climática

España - 
Luis González, counsel del Departamento de Derecho Administrativo de Garrigues

Pese a los compromisos alcanzados, muchos consideran que los resultados de esta cumbre del clima son decepcionantes, al entender que no se ha conseguido culminar con éxito los objetivos inicialmente planteados.

El pasado domingo, 15 de diciembre, tras un periodo de intensas negociaciones y dos días de prórroga, se clausuró la COP25, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático más larga de la historia, sin lograr un aumento de los compromisos de lucha contra el cambio climático.

El acuerdo Chile-Madrid Tiempo de Actuar con el que ha concluido la COP25, sienta las bases para que, en 2020, los países presenten compromisos de reducción de emisiones más ambiciosos para responder a la emergencia climática. El acuerdo manifiesta la “urgente necesidad” de que esos nuevos compromisos de los países salven la brecha existente en los actuales con respecto al objetivo de París, de evitar un aumento de temperatura superior a 1,5 grados.

Los países deberán presentar compromisos climáticos antes de la próxima cumbre del clima, a celebrar en Glasgow en noviembre de 2020, de modo que Naciones Unidas pueda elaborar un Informe de Síntesis previo a la COP26 que indique dónde estamos respecto al objetivo del Acuerdo de París de mantener la temperatura del planeta por debajo de 1,5ºC.

Asimismo, la Decisión final, adoptada por los casi 200 países que forman parte de la Convención de clima de la ONU, reconoce la importancia de la acción climática de los actores no gubernamentales.

Los países también se emplazan a trabajar en el diseño de mecanismos de mercado en la próxima COP que eviten la doble contabilidad, que sirva a la ambición del Acuerdo de París y que garanticen la integridad ambiental del sistema.

Por otro lado, se ha acordado dar directrices al Fondo Verde para el Clima para que amplíe su financiación y que, por primera vez, destine recursos para las pérdidas y daños que sufren los países más vulnerables y afectados por los impactos de los fenómenos climáticos extremos. Además, se ha creado la Red de Santiago, que permitirá aportar asistencia técnica de organizaciones y expertos a países vulnerables para mejorar su capacidad de respuesta a los efectos del calentamiento. Esta era una de las cuestiones más demandadas por los pequeños Estados insulares que sufren de manera más directa los impactos más severos del cambio climático.

Por otro lado, los negociadores han acordado un nuevo Plan de Acción de Género que permitirá desarrollar medidas para dar respuesta al efecto desigual del cambio climático en mujeres y niñas, y a promover su papel como agentes del cambio en este proceso hacia un mundo libre de emisiones.

El acuerdo adoptado también reivindica que el conocimiento científico es el eje principal que debe orientar las decisiones ante el cambio climático y el aumento de la ambición de los países y del resto de sectores.

Igualmente, la dimensión social de la agenda climática ha tenido por primera vez un papel protagonista en esta COP25. Así, el texto recoge el imperativo de que la transición hacia un mundo libre de emisiones debe ser justa y la necesidad de impulsar la creación de empleo decente y de calidad.

Por último, la decisión ha incluido finalmente una referencia a los dos recientes informes del IPCC sobre océano y uso del suelo. En particular, las partes han acordado que se celebrará un diálogo de océanos y otro sobre usos del suelo en una sesión de junio de 2020.

Desde el Ministerio para la Transición Ecológica se han destacado, asimismo, algunos hitos de la acción climática en la COP25, entre los que cabe señalar los siguientes:

  • La presentación por parte de la Unión Europea del Nuevo Pacto Verde Europeo (Green New Deal), una hoja de ruta para integrar la acción climática en todas las políticas, mediante el cual se compromete con la neutralidad climática para el año 2050. Asimismo, se acuerda convertir al Banco Europeo de Inversiones en un “Banco Climático”, lo que permitirá desbloquear un billón de euros de inversión durante la próxima década. Además, el Banco Europeo de Inversiones ha anunciado que dejará de financiar proyectos relacionados con las energías fósiles en 2021.
  • Una veintena de bancos españoles, algunos de los cuales tienen un peso global destacado, acordaron alinearse con el Acuerdo de París.
  • La Coalición de Ministros de Finanzas por la Acción Climática formada por 51 países, entre ellos España, ha firmado el Plan de Acción de Santiago, por el que se comprometen a introducir el cambio climático en sus políticas económicas y financieras hacia un crecimiento bajo o nulo en emisiones.
  • El Banco Interamericano de Desarrollo ha anunciado la creación de una Red de Bancos Centrales y Supervisores: una plataforma internacional para lograr un sistema financiero verde a nivel global.
  • En la COP25 se ha duplicado el número de fondos de inversión que se han comprometido a que sus carteras sean neutras en emisiones tan pronto como sea posible, pasando de carteras que suman 2,4 billones de dólares durante la Cumbre del Clima de Nueva York a 4 billones en la COP25.
  • Aunque el Acuerdo de París fija el año 2020 para la presentación de compromisos más ambiciosos por parte de los países, este año 73 Estados se han comprometido a ser neutros en carbono en 2050, entre ellos, España. Para lograrlo, nuestro país se ha fijado reducir una de cada tres toneladas de CO2 en la próxima década, duplicando el consumo final de energía renovable en 2030.
  • Más de 80 países han anunciado ya que presentarán compromisos de lucha contra el cambio climático más ambiciosos que los actuales al Acuerdo de París en 2020.

En cualquier caso, y pese a los compromisos sellados, muchos consideran que los resultados de la COP25 son decepcionantes. En concreto, no se ha conseguido culminar con éxito el objetivo más esperado, a saber, conseguir reforzar los planes de reducción de emisiones. Las delegaciones de casi 200 países participantes no han logrado alcanzar compromisos firmes para reducir los gases de efecto invernadero ni han sido capaces de abordar eficazmente el mercado de intercambio de derechos de emisiones, de modo que se garantice la integridad ambiental del sistema.

El Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, ha declarado estar decepcionado con los resultados por su falta de ambición y ha anunciado que, no obstante, la acción climática sigue siendo prioritaria en su agenda. En concreto, estas fueron sus palabras: "Estoy decepcionado con los resultados de la COP25. La comunidad internacional perdió una oportunidad importante para mostrar una mayor ambición en mitigación, adaptación y financiamiento para enfrentar la crisis climática. Pero no debemos rendirnos, y no me rendiré".

Las próximas citas serán en Bonn, del 1 al 11 de junio de 2020, donde se reunirá el Órgano Subsidiario de Implementación de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático CMNUCC y el Órgano Subsidiario de Asesoramiento Científico y Tecnológico, y en Glasgow, del 9 al 20 de noviembre de 2020, donde se celebrará la COP26.