Publicaciones

Garrigues

ELIGE TU PAÍS / ESCOLHA O SEU PAÍS / CHOOSE YOUR COUNTRY / WYBIERZ SWÓJ KRAJ / 选择您的国家

Administraciones

 | Transporte XXI
Jesús Barbadillo Eyzaguirre (counsel del dpto. Litigación y Arbitraje Madrid)

El nuevo ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, acaba de ratificar a los titulares de la Marina Mercante y Puertos del Estado. Sería deseable que esta positiva tendencia se consolide incluso con Gobiernos de distinto signo político. Una de las cuestiones que más extrañeza causa en los países de la UE y de nuestro entorno es constatar que en España el cambio de un ministro o secretario de Estado (incluso cuando el Gobierno es del mismo signo político) conlleva generalmente el relevo de otros muchos cargos (jerárquicamente inferiores) de naturaleza claramente técnica y no política o de confianza.

Además, ello se suele dar generalmente con independencia del signo político del Gobierno de turno, del rango de la Administración en cuestión (Estatal, Autonómico, etc.), del nivel de los cargos afectados y, sobre todo, de si el cargo relevado lo ha hecho bien o mal y de si ya hayo no personal debidamente preparado en la Administración que, como tal, merece ser promocionado.

Mientras que los llamados puestos políticos o dé confianza se limitan razonablemente en los países de la VE y de nuestro entorno a unas cuantas personas para todo el Gobierno, en España existen cientos y cientos de cargos políticos.

En puridad, estos puestos son realmente los mismos en España que en los citados países. La única diferencia es que aquí se consideran a los cargos técnicos como de confianza con el objeto de intentar justificar lo que obviamente no parece tener justificación razonable alguna, más allá de las razones que todos intuimos.

Extrapolando todo ello a nuestro sector, entendemos que los puestos de director general de la Marina Mercante y de presidente de Puertos del Estado son fundamentalmente técnicos y no políticos y, como tales, los relevos de sus titulares sólo se deberían razonablemente producir por dimisión, jubilación, causas disciplinarias y otras causas similares.

Afortunadamente, el nuevo ministro de Fomento acaba de ratificar a los titulares de los citados cargos en un Gobierno que ya no disfruta de mayoría absoluta. Sería deseable que esta positiva tendencia se consolide incluso con Gobiernos de distinto signo político.

Ojalá nuestro sector sea nuevamente un buen ejemplo, como ya lo fue con la consensuada reforma de Ley de Puertos de Estado y de la Marina Mercante que, en contra de lo razonable, es de las pocas leyes básicas que han sido debidamente consensuadas.

Esperamos que ocurra igual con otras leyes similares (educación -parece que se está en el buen camino-, sanidad, etc.) que, como tales, deben ser duraderas en el tiempo y no estar sometidas a continuos cambios por los vaivenes políticos.