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La enorme destrucción causada por el enfrentamiento entre los ejércitos ruso y ucraniano representa un grave problema en un país devastado por la guerra. Reconstruir una Ucrania moderna acorde con criterios occidentales supone no solo un desafío, sino también una oportunidad para los ucranianos. Las inversiones necesarias para lograr ese objetivo abarcan todos los sectores de la economía, destacando: construcción, energía, infraestructuras viarias, alimentación, informática, farmacia y automoción.

Dada la magnitud de la destrucción, países como Estados Unidos, Reino Unido, Polonia, Alemania, Francia, Rumanía y Lituania, entre otros, han expresado su disposición a ayudar a reconstruir las infraestructuras ucranianas.

Se han creado iniciativas especiales destinadas a los empresarios que desean invertir en Ucrania. Entidades polacas bajo control estatal como, por ejemplo, la Agencia Polaca de Inversiones y Comercio, la Agencia de Desarrollo Industrial o la Agencia de Seguros de Crédito a la Exportación, han puesto en marcha programas de apoyo a las empresas polacas que tienen previsto invertir en Ucrania. Por otro lado, algunas organizaciones no gubernamentales internacionales han anunciado licitaciones destinadas a cubrir las necesidades del mercado ucraniano.

La solidaridad con Ucrania se ha visto reforzada con la organización de dos importantes conferencias internacionales. La primera se celebró en Lugano (Suiza) los días 4 y 5 de julio de 2022 y contó con la presencia de cerca de 1.000 delegados de unos 40 países y organizaciones internacionales. Los participantes establecieron la necesidad de un plan de reconstrucción para Ucrania en los términos del Plan Marshall estadounidense de mediados del siglo XX. El Gobierno ucraniano, por su parte, presentó de forma preliminar a los países que se harían cargo de la reconstrucción de las distintas zonas de Ucrania indicando que Alemania reconstruiría Chernihiv; Estados Unidos, junto con Turquía, Kharkiv; y Polonia, junto con Italia, se ocuparía de Donetsk. Se establecieron asimismo siete principios para hacer de Ucrania un Estado moderno y plenamente democrático, a saber: asociación; enfoque reformista; transparencia, rendición de cuentas y Estado de Derecho; participación democrática; compromiso de múltiples partes interesadas; igualdad de género e inclusión, y sostenibilidad.

La segunda conferencia se celebró en Berlín (Alemania) el 25 de octubre de 2022. Asistieron distintos ministros, primeros ministros de países de Europa Occidental y altos funcionarios de organizaciones internacionales que coincidieron en la necesidad de poner en marcha cuanto antes una plataforma internacional para la reconstrucción de Ucrania.

Más de 150.000 edificaciones y bloques de viviendas, más de 2.000 centros de enseñanza, más de 25.000 kilómetros de carreteras y unas 7.000 líneas ferroviarias, así como docenas de plantas de calefacción urbana, varias centrales nucleares y cientos de miles de automóviles han quedado destruidos o están parcialmente dañados.

Se calcula que el déficit mensual del presupuesto ucraniano ocasionado por las operaciones de defensa en marcha ronda los 4.000 millones de euros, cantidad que no hará sino aumentar. Conviene recordar asimismo que el valor total oficial de la ayuda brindada a Ucrania a finales de noviembre de 2022 se estimaba en unos 100.000 millones de euros.

Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, se estima que la reconstrucción de todos los sectores de la economía ucraniana podría ascender a más de 750.000 millones de euros a largo plazo.

La reconstrucción de Ucrania, devastada por la guerra, podría suponer una gran oportunidad para todo tipo de empresas de todos los sectores económicos. Pese al conflicto en curso, el mercado ucraniano sigue operativo y cuando termine la guerra, necesitará todo tipo de productos y servicios.