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La Comisión Europea confía en que un futuro próximo el progreso técnico y científico permita contar con elementos sustitutivos del plomo que mejoren el reciclado y la eliminación de residuos de los vehículos. Actualmente, la Comisión prohíbe el uso del plomo y de otros metales contaminantes como el mercurio, cadmio y cromo hexavalente en los materiales y componentes de los vehículos que salieron al mercado después del 1 de julio de 2003.

Aun así, el organismo europeo establece algunas exenciones al reconocer que la utilización de estos elementos sigue siendo inevitable en el proceso de fabricación de los vehículos. La nueva directiva, publicada en noviembre, actualiza los casos en los que todavía está permitido el uso del plomo en determinados materiales y componentes y establece los nuevos plazos de revisión de las exenciones teniendo en cuenta los avances científicos que pueden favorecer otras alternativas. Por último, la Comisión insta a los Estados miembros a que, antes del 6 de junio de 2018, adopten las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas necesarias para cumplir la directiva.